Luchar y seguir porque detenerse es morir.
Tantísimas frases que pueden decirse en este caso. Pero la verdad es que continuar no es fácil. Lo cierto es que sonreír también cansa, y sobre todo cuando es para ocultar una lágrima o para demostrar que hay orgullo.
¿Quién no ha usado una máscara en determinado momento de su vida?
¿Quién no se ha cubierto contra el mundo?
Hoy yo puedo decir que realmente he estado cubierta pero quiero quitarme esa capa y dejar de luchar para poder mostrarme como realmente me siento, quiero liberarme; aquel revestimiento lo estoy dejando y de ahora en adelante caminaré con la mirada en el cielo pero los pies en la tierra.
Sin revestimientos la vida es mucho más sencilla. Me hago más humana.