BIENVENIDA

Distinguido lector que estás frente a la pantalla y que puedes compartir experiencias, les doy la bienvenida a mi libro virtual en el cual encontrarán sensaciones, momentos, recuerdos y descripciones de sentimientos que sólo se conocen por el corazón.



Espero disfruten la lectura de estas páginas virtuales.



Mar!







viernes, 23 de septiembre de 2011

I am all out of faith


Vientos fuertes

Salí de la ducha decidida a ir contra todo lo que pensé dentro y que felizmente se habían ido con el agua al resbalar por mi cuerpo.

Me vestí lo mejor que pude, maquillé mi rostro con una sonrisa y llena de valentía nueva me uní al tumulto de la vida y del correr diario, rumbo al lugar de los hechos.

No esperé mucho para verle, su sonrisa resplandecía en el edificio; y aunque estaba en una zona vetada para mí hubiese sido capaz de todo por alcanzarle, pero no hizo falta ninguna locura de mi parte porque se dirigió hacia mí y dejó a sus amigos esperándolo.

Nos saludamos, yo con sonrisa, y él un tanto apresurado me dijo que debíamos hablar fuera…

El lugar era mi favorito, comúnmente llamado el “hoyo” para mí era un refugio, y ahí compartí grandes momentos con amigos y con aquel amigo especial. Nos sentamos en las escalinatas del ‘hoyo’ y aún no sé cómo sobreviví, sólo sé que lo dijo tan pausadamente y con tanta claridad que parecía estar recitando mi sentencia de muerte. Explicó todo, lo interrumpí muchas veces y me silenció porque tenía que acabar de explicar; vio mi supuesta tranquilidad que estaba en una capa muy fina la cual estaba a punto de romperse.

De pronto me tranquilicé mucho, le dije que estaba bien, que aceptaba todo, que no iba a hacer nada, pero muy en el fondo estaba negando la situación y creyendo que aunque era la mejor manera aceptarlo todo, él regresaría para retomar las cosas… Dijo que no me creía y era obvio por mi semblante, le expliqué cada idea que cruzó mi mente mientras me duchaba y que al final había acertado porque eso era un triste final.

Sus palabras siempre fueron una cálida brisa que le daba aspecto primaveral a mi vida pero aquel día, en aquel lugar sus palabras se tornaron en un viento muy fuerte y que tenía ganas de arrasar todo hasta dejarme sin nada. UN VIENTO FUERTE.

Aquel viento me desequilibró, me turbó y me aniquiló hasta dejarme nula física y mentalmente, no recordaba cómo articular más palabras, no recordaba cómo se hace para mover las piernas, no podía ordenarle a mi cuerpo nada… sentía que estaba fuera de mí misma y a la vez perdida en mí. No quería moverme, sólo dormir ahí mismo y dejar de llorar, porque ciertamente comencé a llorar mucho y eso lo turbó mucho, intentó consolarme y evitar mis lágrimas pero con gasolina no apagas el fuego, y eso me hacía ponerme peor.

Se acercó más a mí y sentí la muerte aproximarse a tomarme en sus brazos; reaccioné impulsivamente y lo alejé. No iba a soportar que avivara el fuego que me estaba consumiendo... Prometió no acercarse, ni abrazarme ni besarme... pero su olor, su presencia, su mirada y su preocupación me estaban mortificando más y más...

Se encargó de llevarme directo a donde me puedan ver si hacía alguna locura, pero en el fondo estaba sola, no podía contener las lágrimas, el rostro enrojecido, el alma rota, la fe perdida, y todo parecía una triste escena de película, pero era la escena de mi vida, de mi triste y rota realidad.

No sabía cómo sobreviviría, o si lograría dar un paso más...

Encontré el consuelo en un hombro amigo, recobré algo de fuerza... las ganas y muchas cosas ... pero no consigo olvidar del todo, quedé marcada, las huellas que dejó están tan profundas que son una cicatriz que me recordará siempre que pasó por mi vida...

***Fue un Viento Fuerte que sólo logró darme fuerzas y hacerme lo que soy...***


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